Hoy, sin lugar a dudas, estamos viviendo un contexto que obliga a las organizaciones en general, a digitalizar todo lo que hasta ahora realizaban de manera presencial y asumir cambios en la forma de gestionar su servicio y operación. Si bien desde años atrás, el mundo y las organizaciones que lo componen se han desarrollado digitalmente; en el Perú, este avance ha sido tibio y poco generalizado. Según el ranking elaborado por la IMD – Centrum PUCP, nos encontramos en el puesto 61 de 63 países en cuanto a competitividad digital (Gestión, 28 de febrero 2020). Si alguien, hubiese consultado sobre cuando nos llegaría la transformación digital, como tal, probablemente la respuesta hubiese sido en 3 o 5 años más.
En ese sentido, para las empresas peruanas, adecuarse hoy, en ningún caso significa generar una ventaja competitiva, muy por el contrario, significa sobrevivir. Por ello, no hay espacio para el error y es de vital importancia que apuesten por una transformación digital seria, que esté acompañada del conocimiento de sus clientes y de los procesos que convergen en su satisfacción.
Ante tal necesidad, encaminarse en dicha transformación, debe entenderse como un cambio en la estrategia de valor desde el punto de vista tecnológico y ello implica que los sistemas de la organización se conviertan en un verdadero soporte a la gestión, a través de la predicción, el conocimiento y la detección de riesgos, para una efectiva toma de decisión y en un conector con el consumidor, contribuyendo a su captación y fidelización.
De acuerdo con lo anterior, entonces, la transformación digital no es una simple construcción de desarrollos tecnológicos desintegrados basados en tareas o actividades que se realizan en el modo presencial, sino la estructuración de sistemas inteligentes que contribuyan al desarrollo organizacional. Las empresas que comprendan ello y se adecuen rápidamente son las que lograrán sobrevivir en este nuevo escenario económico, social, cultural, psicográfico y de competencia ya no solo, local e internacional, sino mundial.
Autor: Adolfo Arana Sánchez