El acceso a una vivienda es uno de los grandes retos que afrontan ciudades de Latinoamérica, entre ellas nuestro país. Con la llegada del Covid-19 se ha evidenciado una creciente fragilidad en las familias informales las cuales se enfrentan a dificultades puesto que viven en condiciones precarias sin accesos a servicios de primera necesidad, ante esta afirmación podemos evidenciar la importancia que tienen las políticas que se vienen generando a favor de la inversión en una infraestructura de calidad que atienda necesidades de la población vulnerable, del mismo modo se debe desarrollar políticas y mecanismos que le brinden sostenibilidad.
En nuestro país al igual que en otros de la región, la llegada del Covid-19 ha paralizado varias industrias, las que han generado el desempleo de un gran porcentaje de la población vulnerable de la que venimos mencionando, uno de ellos fue el sector de construcción que representa un porcentaje significativo. Hay, 234,629 personas que trabajan en constructoras y 766,180 que laboran en inmobiliarias. En total se tienen registrados 1’000,809 trabajadores en el rubro.
El BID por su parte, está promoviendo y apoyando la aplicación de medidas de protección hacia el COVID-19 en los proyectos de infraestructura que financia y estas son los protocolos específicos de bioseguridad, ofrecer capacitación a los equipos con respecto a los protocolos, implementar prácticas de higiene, y un constante seguimiento y monitoreo.
En el Perú, el sector construcción representa el 6% de PBI aproximadamente, de acuerdo al INEI, con este sector paralizado empresas del rubro se encuentran en grave riesgo de no seguir operando ya que en el contexto que estamos pasando el sector va a reducir nuevos proyectos de construcción y tratar de reactivar los proyectos que están en marcha.
Se estima que contratar a una empresa nueva para retomar la construcción de una obra que por ejemplo tiene un porcentaje de avance del 60%, sería mucho más costoso que culminar el porcentaje restante de la obra. Por lo el reto en este rubro debe basarse en implementar medidas que permitan a las empresas de construcción que garanticen el reinicio y culminación de las mismas.