El Puerto de Chancay, ubicado a 80 kilómetros al norte de Lima, tiene el potencial de transformar la logística y el comercio en el Perú y en la región del Pacífico Sur. Según el Mg. Nils Ruíz Gómez, docente de la Maestría en Dirección de Operaciones y Logística de la Universidad Autónoma del Perú, este megaproyecto es clave para consolidar al Perú como un actor relevante en las cadenas logísticas globales. Con una inversión aproximada de US$ 3,600 millones, dividida en tres fases de desarrollo, el puerto pretende optimizar el transporte marítimo y mejorar la competitividad regional.
La participación de capital es principalmente privada: un 60% de inversión proviene de Cosco Shipping Ports Limited, una de las mayores operadoras portuarias a nivel global, y un 40% de capitales peruanos, resaltando la colaboración entre inversionistas extranjeros y nacionales (Port Strategy, 2022a) Además, se estima que el puerto generará más de 7,500 empleos directos e indirectos, fortaleciendo el desarrollo económico en la zona (Agencia Andina, 2024a).
Desde la perspectiva de la Dirección de Operaciones y Logística, el Mg. Ruíz Gómez destaca que el Puerto de Chancay tiene el potencial de consolidar al Perú como un hub logístico clave en el Pacífico Sur, atrayendo flujos comerciales de Asia y países vecinos como Chile, Ecuador, Colombia y Brasil. Este posicionamiento permitirá al país diversificar sus mercados de exportación y fortalecer su competitividad global en un entorno de comercio cada vez más interconectado (Port Strategy, 2022a).
Aunque la ubicación estratégica del puerto no reduce directamente el tiempo de navegación al continente de Asia, la disminución en los tiempos de tránsito en aproximadamente 10 días se generará debido a procesos más eficientes y la capacidad para recibir buques de gran tamaño, optimizando las rutas comerciales y reduciendo las escalas innecesarias (MTC, 2023a). En este sentido, el puerto fue diseñado para manejar buques que transporten entre 18,000 y 24,000 contenedores, lo que optimiza las economías de escala en el transporte marítimo (Cosco Shipping Ports, 2022).
El puerto también será un catalizador para el desarrollo de cadenas de valor en diversas industrias, creando un polo económico emergente en la zona norte de Lima. Según el docente, se espera que estas actividades impulsen el crecimiento regional y contribuyan con 0.2 puntos porcentuales al PIB nacional, subrayando el peso macroeconómico que tendrá el puerto en el panorama del desarrollo económico del país.
Es fundamental reconocer los grandes retos y desafíos que enfrenta el Puerto de Chancay para garantizar su óptima operacionalización y despliegue eficiente. “Estos desafíos se centran principalmente en la accesibilidad vial, la sostenibilidad y la necesidad de una planificación integral para asegurar el éxito a largo plazo del proyecto”, advierte el Mg. Ruíz Gómez.
Desde la perspectiva de la accesibilidad y conectividad vial, es crucial desarrollar una infraestructura vial adecuada que soporte el flujo eficiente de mercancías y personas. Esto implica tanto la ampliación de las vías existentes como la construcción de nuevas conexiones que faciliten el acceso al puerto. De no abordarse adecuadamente este aspecto, el puerto podría enfrentar cuellos de botella logísticos similares o incluso más severos que los que actualmente afectan al Puerto del Callao, lo que comprometería significativamente su capacidad operativa (Port Strategy, 2022b). La conectividad vial es esencial no solo para la logística interna, sino también para integrar el puerto con las principales redes comerciales del país.
En cuanto al desarrollo sostenible, es imprescindible que las operaciones del puerto se alineen con prácticas ambientales y sociales responsables. Existen preocupaciones legítimas respecto al impacto ambiental que está generando la construcción, particularmente en áreas protegidas como el Humedal Santa Rosa de Chancay, afirma el docente.
Además, se han reportado derrumbes y daños en las infraestructuras locales, como las viviendas cercanas a la obra, debido a las explosiones para nivelar el terreno. Estos problemas han suscitado temores sobre la seguridad de la población y el impacto ambiental del proyecto, lo que exige la implementación de medidas de mitigación que aseguren la sostenibilidad a largo plazo del puerto (Agencia Andina, 2024b). El Mg. Ruíz Gómez resaltó la importancia de realizar evaluaciones de impacto ambiental rigurosas y adoptar tecnologías limpias para minimizar los daños.
En conclusión, es indispensable contar con una planificación integral que asegure una estrategia coordinada entre los distintos sectores económicos y las autoridades. Sin duda, este megaproyecto tiene el potencial de impulsar industrias clave como el turismo y la agroexportación, convirtiéndose en un eje central del crecimiento económico regional. “Una planificación adecuada deberá garantizar que se maximicen los beneficios económicos y sociales, y que el puerto opere como un catalizador del desarrollo en múltiples sectores”, destaca el docente.