El conflicto entre Taiwán y China pone en riesgo el comercio internacional y las industrias tecnológicas; esto después del arribo a Taiwán de la Presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, como parte de una gira por diferentes países asiáticos. Situación que podría desencadenar una crisis económica bastante compleja para el país, esto, en caso las tensiones entre ambos países se incrementen.
“Recordemos que la economía peruana mantiene una dependencia hacia China, ya que es nuestro principal socio comercial y el primer destino de los productos de nuestra industria minera, siendo esta la que mayor ingreso genera al mercado local en términos del intercambio comercial internacional. Asimismo, desde la perspectiva de la relación comercial entre Taiwán y Perú, también existe una afectación principalmente en el sector minero y en el agroexportador”, explica Ricardo Cosio, Director de la Escuela Profesional de Administración y Negocios Internacionales de la Universidad Autónoma del Perú.
En consecuencia, el conflicto entre China y Taiwán, en caso de un agravamiento, puede generar impactos económicos mayores a los vividos con la Guerra en Ucrania. Precisamente, el especialista explica que los más afectados serían: el sector minero, ya que China es nuestro principal comprador de insumos de dicha industria y en el caso de Taiwán, los principales productos que se exportan pertenecen a los minerales metalíferos, el Cinc y sus manufacturas; el sector agroexportador, por lo que Perú vende productos como los arándanos y uvas a China y Taiwán; y en cuanto al sector pesquero, este se vería afectado con productos como el pescado congelado, moluscos, pota y entre otros.
“Muchos de los artículos que se adquieren en el país son elaborados en China, lo cual puede generar un incremento en los precios de los productos importados desde el gigante asiático y generar un impacto en la economía de los consumidores nacionales. Asimismo, Taiwán es el principal productor de chips para dispositivos electrónicos en el mundo. Por ello, la falta de ingreso de este producto al mercado mundial afectaría en industrias como la educativa (programas a distancia), el trabajo remoto; y principalmente, en los procesos productivos que emplean la tecnología y dispositivos electrónicos para automatizar la fabricación de bienes y la generación de servicios. En consecuencia, en caso de empeoramiento del conflicto se generará el incremento de los precios de productos de la industria tecnológica”, destaca Cosio.