Actualmente, el emprendimiento constituye un pilar fundamental en la economía de todos los países. La decisión de emprender tiene implicancias y consecuencias muy importantes tanto como para las personas que emprenden, como para su comunidad. En cualquier caso, esta decisión requiere de actitud, determinación y una visión personal deseable en cualquier sociedad y economía.
Por otro lado, la inteligencia emocional es un factor que puede ser útil para los potenciales emprendedores, pues los impulsa a desarrollarse, además de mantener su salud mental equilibrada. En ese sentido, es fundamental que las personas, particularmente los jóvenes, puedan integrar la inteligencia emocional a sus planes de desarrollo de un emprendimiento, en un contexto post pandemia.
Así es como la investigación realizada por el estudiante Luis Lopez y el docente Luis Marcelo, tuvo como objetivo establecer la relación entre la inteligencia emocional y la intención emprendedora en los alumnos de una universidad privada de Lima Sur – 2021.
La investigación fue descriptiva, de nivel correlacional, diseño no experimental, corte transversal y enfoque cuantitativo. La población estuvo compuesta por 399 estudiantes, entre el octavo y el décimo ciclo, de la carrera de Administración de Empresas. Por su parte, la muestra estuvo conformada por 196 estudiantes. Los instrumentos utilizados para la investigación fueron el Emotional Quotient Inventory (EQI-C) de BarOn, adaptado por López-Zafra et al. (2014), para evaluar la variable inteligencia emocional; y el Entrepreneurial Intention Questionnaire (EIQ) de Liñan y Chen (2006), para medir la intención emprendedora.
Finalmente, la conclusión más importante fue que mientras los estudiantes posean un mayor nivel de inteligencia emocional, mayor será su intención de realizar un emprendimiento, ya que existirá mayor claridad en el momento de tomar decisiones. Para saber más sobre la investigación, ingresar a https://repositorio.autonoma.edu.pe/handle/20.500.13067/1863