De acuerdo a la teoría del campo desarrollado por Kurt Lewin, el cual se fundamenta en que, para alcanzar el éxito en un proceso de transformación en las organizaciones, es indispensable que el líder posea una visión de 360 ° a nivel empresarial de todas las fuerzas que interactúan en una organización.
Si partimos de esta premisa considerando lo que indica Lewin, el rol del líder ante esta “nueva normalidad” se vuelve más sensible en cuanto a contemplar la cruda realidad de los cambios experimentados en su entorno interno y externo, tanto en los procesos de producción, operaciones y en especial en el recurso humano. Pareciera que fuera una fotografía donde lo que se replica son fotos con elevado nivel de trauma, y en la cual se revela que esta situación sobrepasa las capacidades de gestión de una empresa, así como también el rol del líder en la toma de decisiones se vuelve más importante.
Considerando esta situación, el líder está bajo el desafío de tener desarrollada esa capacidad de cambio, dado que por un tiempo prudente no retrocederemos a ese tiempo normal que vivimos antes de la pandemia, por ende, el líder debe estar dispuesto a cambiar, debe estar preparado para dejar de ejecutar acciones que realizaba de manera automática en un momento en el que siempre obtenía éxito, pasando a pensar lo impensable, a no sólo reinventarse la empresa sino también el líder. Debe comenzar a pensar fuera de la caja, a retirar algunos factores que existían de manera regular en un proceso para darle paso a otros, es decir incluir otros criterios en la toma de decisiones como por ejemplo el impacto en el cambio climático, la alimentación saludable y sostenible así como también las nuevas tecnologías y digitalización, es decir no solamente contemplar eficiencia en los costos en una organización o si queremos verlo más visible en una planta de producción, sino también considerar los factores que se han mencionado.
Las organizaciones actualmente se encuentran viendo un clima impredecible, adicionando que la tecnología circula a un nuevo ritmo, mercados globalizados, mezcla de culturas, sistemas interconectados, equipos multidisciplinarios, nuevas generaciones; necesitará de líderes comprometidos, resistentes, con capacidad de adaptación, así como también deberán entender la complejidad de este momento por la cual se está atravesando, pero sobre todo el líder deberá entender la importancia de su rol como generador de ideas disruptivas para la sostenibilidad de su área correspondiente y por ende ser parte de la reinversión de la empresa en estos tiempos en las cuales las empresas están tratando de sobrevivir.
Así mismo ante esta situación las empresas deben tener una gestión sólida del talento humano en la cual forme líderes que sean capaces de responder ante las nuevas necesidades internas de la empresa y en especial del consumidor, no solamente gestionando por ejemplo capacitaciones generales, sino que también exista una vinculación con el entorno externo y los retos que pueda presentar la empresa en el futuro.